El fenómeno de la criminalización por parte del personal de salud tiene consecuencias graves. La percepción de que las personas que decidieron abortar han cometido un delito no solo las somete a escrutinio y las coloca bajo sospecha, sino que pone en riesgo la calidad de la atención médica que reciben.
El concepto de violencia obstétrica nació en los relatos de mujeres que se atrevieron a alzar la voz para evidenciar la deshumanización del parto institucionalizado y la pérdida de autonomía sobre sus cuerpos.
Los servicios de salud deben cumplir con estándares de ética médica y adaptarse a las necesidades de cada grupo poblacional, como las mujeres y personas gestantes. No normalicemos que nuestras experiencias estén atravesadas por la violencia, es posible construir un enfoque médico especializado que nos haga sentir paz.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2023, en promedio cada mujer aportó a su hogar el equivalente a 86,971 pesos anuales con el trabajo no remunerado de cuidados y labores domésticas, mientras que cada hombre aportó 36,471 pesos.
La primera edición, publicada en 2022, quedó rápidamente desactualizada. Las sentencias de la Corte sobre aborto en 2023, resultado de una estrategia jurídica nacional que impulsamos desde GIRE un año antes, marcaron un nuevo parteaguas; por eso, ahora presentamos una segunda edición, actualizada y ampliada.
El diseño y la implementación de políticas públicas para erradicar la muerte materna deben tomar en cuenta las múltiples y cruzadas formas de discriminación que enfrentan las mujeres y personas con capacidad de gestar.
La gestación por sustitución plantea dilemas complejos, pero evitarlos no los resuelve. Regular con enfoque de derechos no significa eliminar todos los problemas, sino gestionarlos, minimizarlos y garantizar que quienes decidan participar lo hagan en condiciones de libertad, protección y justicia.
En el marco del Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro usaremos el séptimo arte como herramienta de artivismo para seguir rompiendo el silencio y demostrar que es posible crear narrativas centradas en la autonomía reproductiva.
Las brechas en el acceso reflejan desigualdades estructurales que enfrentan las mujeres y personas con capacidad de gestar, especialmente cuando en algunas entidades el aborto es un servicio disponible y en otras sigue siendo un delito.