Por: Marty S. Minnich
Hay mucha información, pero también mitos, ideas erróneas, mentiras y, sobre todo, silencio. Parece que todo el mundo tiene una opinión acerca del aborto, especialmente hombres políticos. Me parece muy fuerte que tantas personas a las que nunca les iba a afectar directamente un embarazo no deseado tuvieran tantas opiniones, pero esto es solo otra forma de controlar el cuerpo de las mujeres.
La primera mujer que me platicó su experiencia de aborto, me contó cómo cuando sospechaba estar embarazada, esperaba ansiosamente su regla y no le bajó. En aquel entonce, ella trabajaba en un Parque Nacional en un estado conservador, lejos de un hospital o una clínica se salud. Tenía la esperanza de que si bebía alcohol todas las noches le provocaría un aborto. No quería tener un hijo, menos de aquel chico que le gritaba y le pegaba. Un día tomó el coche y manejó toda la noche para llegar a un hospital en un estado más progresivo. Con su relato, en el cual ella afortunadamente logró interrumpir su embarazo, logró transitarme el alivio que sintió cuando salió del hospital y manejaba de regreso a su ciudad.
Poco después conocí a otra chica que vivió una experiencia diferente pero similar, es decir, tomó una decisión para seguir con su plan de vida y así conocí muchas historias más, de las cuales puedo decir que la fortaleza que se requiere para tomar una decisión en un mundo donde gran parte de los que lo habitan no han estado cerca de experimentar una situación similar, pero que su opinión pesa y además tienen el poder suficiente para imponer barrera tras barrera en el camino de las mujeres que deciden abortar, no tiene dimensiones.
Y si existen tantas mujeres que ya han tomado esa decisión ¿quiénes son?, ¿dónde están? La respuesta es: en todos lados, en cada estado, en cada ciudad. Ese silencio impuesto por la sociedad obstruye a que las mujeres puedan hablar de su experiencia de aborto, asilándolas y manteniéndolas solas, haciéndoles creer que son pocas las que han tomado esa decisión cuando en realidad son muchas, miles.
La plataforma de Focos busca romper ese silencio e iluminar la realidad atrás del tema, me refiero a que las mujeres deciden abortar y que muy probablemente todo el mundo (incluso esos políticos que opinan y legislan de forma negativa sobre aborto), conocen a alguien muy cercana que ha tomado esa decisión. Esta es la realidad. El aborto es una realidad y es una decisión más en la vida reproductiva de una mujer.
La plataforma invita a las mujeres en todo México a registrar su experiencia, encendiendo un foco en el estado donde viven y así ver al país iluminado con una verdad que nadie quiere que se escape, pero que podría cambiar la forma que hablamos sobre el tema.
Si tu abortaste, no estás sola. #EnciendeTuVoz.