¿Cómo se conectan las luchas?
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¿Cómo se conectan las luchas?


Por Ana Sandra Salinas

 

Nos miramos y comprendí que la resistencia es un gesto cotidiano – Una madre de Las Rastreadoras del Fuerte

 

¿Te imaginas emprender una batalla legal para poder contar tu historia? Sonó el teléfono. Luz, estudiante de derecho, atendió; en su trabajo, una mujer era víctima de violencia de género. Hace más de cinco años así iniciaba un proceso legal en el que han participado personas de variadas disciplinas. Por este caso, el 25 de noviembre la Primera Sala de la Suprema Corte, al resolver el amparo directo en revisión 8287/2018, reconoció que las mujeres tenemos el derecho a contar nuestra historia. Previamente el Poder Judicial había dicho que nuestra libertad de expresión estaba limitada a la emisión de una sentencia. 

Hablar de derechos humanos es aspirar a la vida digna, la que no debe ser un privilegio. Es hablar de dolores, frustraciones y pasos lentos; pero se avanza. Es también, hablar de amor, esperanza, confianza y resistencia hacia lo que nuestra conciencia nos dicta que es contrario a nuestra naturaleza. ¿Están de moda? No. Los derechos humanos y la pugna por su reconocimiento son tan viejos como la humanidad misma. Por desgracia, la negación de su existencia también es antiquísima. ¿Cuáles son las formas para hacerlos efectivos? Aunque hay diversos mecanismos no existe un manual, y si existiera diría que su defensa es colectiva, interdisciplinaria y dinámica, y que la construcción de los puentes de justicia se realiza por varios frentes en un mismo camino: el de la dignidad. Así que la próxima vez que escuches “wey, esas no son las formas”, recuerda que hay tantas formas como estrellas en el universo.

El 29 de noviembre se celebró el Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos. Por ello, reuní la voz de mujeres periodistas, abogadas y defensoras por vocación o por imposición, de distintas edades y diferentes latitudes. Hoy nos comparten sobre ellas y su experiencia en el tejido y encuentro de las luchas, en este escabroso pero gratificante camino. Un día compilaré en un libro ese caudal de maravillosas historias, por ahora presento un esbozo narrado en primera persona, para que sean ellas quienes nos cuenten su historia. ¡Cuéntanos la tuya! [Algunos nombres fueron cambiados para respetar el anonimato.]

LUZ

Soy Luz, abogada ambientalista, agricultora del banano y la naranja. Veracruzana, de raíces totonacas y huastecas. Mi principal actividad es el descubrimiento de mi camino, que me sorprende al andar. Hago lo que hago porque hay que hacerlo. 

NINDE

Soy Yolanda Molina Reyes (Ninde), feminista, lesbiana, abogada y acompañante. Trabajo en GIRE como abogada de documentación y litigio de casos. La historia de mi familia es dentro del sindicalismo, casi todos trabajaban en Luz y Fuerza. Siento gran empatía y convicción con la lucha de clases. A través del feminismo y reconocerme como lesbiana encontré que quería ocupar mis conocimientos legales para fortalecer y acompañar a otras personas. 

PERLA

Soy Perla y ejerzo el periodismo. Me apasiona, estoy convencida de que el periodismo de investigación y la cobertura de derechos humanos es fundamental para la ciudadanía.

CARMEN

Soy Carmen Haydeé López, feminista bisexual, elegí ser abogada como vía para el fortalecimiento técnico de las luchas de las que formo parte desde el golpe de Estado en Honduras. Hija de sobrevivientes de los 80’s, tiempo nefasto de persecución política hacia la oposición al régimen militar. En mi hogar la justicia social es central en nuestra concepción del mundo. Formo parte de LUCHEMOS y del Equipo Jurídico por los Derechos Humanos en Tegucigalpa. Egresé de la maestría en DIDH en la Universidad de Notre Dame. Encuentro en la colectividad con otrxs un propósito más trascendental por el que vivir. Es lo mínimo que puedo hacer desde mi privilegio y conciencia de la deuda histórica en términos de justicia para las mujeres.

DANIELA

Soy Daniela Rea, editora en Pie de Página. Hago distintas colaboraciones en documentales y en edición; tengo 15 años como reportera. El trabajo periodístico tiene que ver con la creación de espacios para conversar, para que personas de distintas opiniones se encuentren, conversen, se escuchen, cuestionen sus certezas y puedan pensar en una vida digna en común. Aspiro a crear espacios seguros, donde las personas puedan conversar y entenderse. 

CRUZ

Soy Cruz Silva, abogada, hermana e hija, aún con padre y madre vida. Coordino el área de Justicia Viva del Instituto de Defensa Legal en Perú. Integrante de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Hago propuestas de reforma en la justicia, investigación de actos de corrupción, denuncias, información a medios, trabajo con víctimas, planeación de acción social, etc. Hago lo que hago porque me llena aportar a lo que tanto hace falta: acceso a la justicia, teniendo muy de cerca a las personas que son víctimas de su ausencia. Me ha dado muchas satisfacciones personales y aunque no se gana mucho dinero da muchas vivencias y aporta un granito de arena a otras vidas. 

ZÚE

Soy Zúe Valenzuela, migrante, norteña, abogada y feminista. Desde los 14 años hago actividades humanitarias. En un pequeño tráiler en Altar, Sonora, trabajé con personas migrantes. Estudié Derecho porque quería un cambio en el mundo y visibilizar que nuestros derechos no dependen de las condiciones de vida, son intrínsecos. Tuve que salir de casa e ir a buscar mis sueños profesionales, personales y de mi familia. Con mi trabajo en la CNDH puedo reflejar un cambio en la vigencia y respeto de los derechos. Nací con privilegios, mi familia me brindó educación y me enseñó a luchar, de allí mi anhelo por la justicia, acompañar y construir desde lo colectivo. 

GRACE

Soy Grace Fernández, defensora de derechos humanos por convicción. Busco a mi hermano Dan Jeremeel Fernández Morán, desaparecido en Coahuila en diciembre de 2008, por elementos de las fuerzas armadas mexicanas. Mi familia y yo nos vimos forzados a buscar a mi hermano y a los miles de desaparecidos. Al exigir verdad, justicia y sobre todo búsqueda coincidimos con muchas otras personas que estaban en el mismo proceso y conformamos uno de los primeros colectivos de búsqueda en Coahuila y México; construimos políticas públicas que nos acerquen a conocer el paradero de nuestros familiares.

ALEJANDRA

Soy Alejandra Benitez, abogada mexicana y activista, acompaño casos de desaparición. Me interesan las violaciones graves de derechos humanos, especialmente la crisis de Nicaragua. Me he topado con situaciones desesperanzadoras, violentas, llenas de confusión. Cuando comencé a estudiar Derecho me sentía perdida, no me gustaba; cuando era niña soñaba con formar parte de los cascos azules de la ONU o ser trabajadora humanitaria en lugares destrozados por guerras para apoyar a otros niños. Hoy es un objetivo. 

GRECIA

Soy Grecia Macías, abogada en R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales. Investigo, hago incidencia y litigio estratégico sobre la intersección de derechos humanos y tecnología. Desde la universidad desarrollé una pasión por defender derechos humanos y ayudar a mi comunidad. Aficionada a la tecnología y fiel creyente en su capacidad para disminuir la brecha de la desigualdad. Soy de la generación que presenció revoluciones en internet y fui víctima de las violencias en el entorno digital. Encontré mi lugar en los derechos digitales.

 

Todas coincidimos en que los temas que abarcan los derechos humanos son totalmente interdependientes. No hay una jerarquía de derechos, todos se complementan, es un error verlos por separado. Su defensa implica reconocer que no podemos solas, pues sólo a través de luchas colectivas y multifacéticas podemos cambiar las condiciones estructurales que reproducen desigualdad y violencia. Al formar una comunidad el concepto doctrinal de interdependencia cobra vida. 

Las luchas se conectan de la misma forma en que las distintas opresiones se entrelazan en un sujeto político y/o comunidad; es decir, las opresiones heterocispatriarcal, racial, clasista, capitalista, etcétera, no están aisladas o descontextualizadas históricamente, sino que conviven en una matriz de opresiones. 

Desde el periodismo, Perla observa que aún falta enlazar a los derechos humanos, porque la mayoría de los medios más influyentes y con mayor poder adquisitivo tienen intereses más políticos y económicos que periodísticos. Desde los medios independientes se hace conexión con determinadas audiencias. Por su parte, Daniela Rea los plantea en términos de vidas dignas y dignidad compartida, porque hablar en términos de derechos humanos implica legitimaciones que no necesariamente parten de las personas sino de los Estados. 

La dignidad compartida es asumir que nos atraviesan múltiples identidades que se fusionan, por lo que no podemos luchar por una persona en específico sino en contra de estos sistemas de opresiones. Tener conciencia de nuestros derechos pasa por imaginarnos una vida más digna, con mayor calidad, pasa por saber lo que nos merecemos y lo que nos niegan. 

Ante Estados ausentes y precariedades impuestas hay contextos y realidades específicas que impiden estructurar la vida con base en el discurso de derechos; por ejemplo, ¿cómo indignarse de la corrupción si no se tiene qué comer? Esto puede ocasionar que algunas causas, en principio, parezcan opuestas y que quien abone a una no necesariamente se asuma dentro de otra. Mauricio de la Puente decía que “el lenguaje de las personas tendría que ser el silencio”, pues en su experiencia en el trabajo con comunidades se dio cuenta que muchas veces éstas buscan lo mismo, pero se empantanan en la pugna por nombrarlas, aunque el objetivo final sea el mismo.

Por ello, hay que aprender a unir estratégicamente las luchas, unas con otras, pues la realidad no es un fragmento de derechos y su categorización se representa como piezas de un rompecabezas que hemos de armar. Desde la sociedad civil, la academia, el servicio público, la calle, no hay espacio único para luchar, todas las trincheras son válidas y necesarias. 

Por Ana Sandra Salinas, @anasandrasp

Ana Sandra es abogada, defensora de derechos humanos, agridulce y hacedora de ideas. Sus raíces son una mezcolanza entre lo michoacano y lo citadino. Forma parte del equipo de GIRE


4 diciembre 2020


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