Por Lizbeth Lucio

Llegó a la pantalla grande la película Intensamente 2, y con ella una avalancha de memes que inundaron Instagram, Facebook y X. La creatividad de las personas transformó escenas de la película en situaciones humorísticas de la vida diaria. Incluso, los equipos de marketing de algunas marcas se subieron al trend y relacionaron los temas que trabajan con la puesta en escena.

Con la presentación de Ansiedad, Nostalgia, Envidia y Vergüenza, las personas diseñaron y replicaron con rapidez una serie de memes a partir de la aparición de nuevas emociones. Sin embargo, hubo otros más que pusieron en el centro a la protagonista de la película. Con frases que iniciaban con “No Riley, espérate a que…” se hizo referencia a las dificultades que la adolescente enfrentó en la cinta, y a modo de advertencia, se completaba la frase con alguna situación que a las personas les puede generar ansiedad, lo que se convirtió en una forma de avisarle al personaje que en la vida adulta habría cosas aún más complicadas.

Desde mi perspectiva, se creó un espacio de “vómito virtual” en el que todas y todes comenzaron a compartir aquello que les producía un desequilibrio en diferentes ámbitos de su vida, por ejemplo, en lo laboral y lo financiero. Hubo de todo, desde “espérate a que ninguna amiga quiera venir a tu casa en Ecatepec porque está lejos”, hasta “espérate a ser foránea y enfermarte”, “espérate a que se te ponchen las llantas del auto y no sepas cómo se cambian”, “esperate a que alguien que te importa haga un mal comentario de tu físico”, “espérate a que te ilusionen para luego no querer nada”, y un sinfín de cosas más que estoy segura han generado ansiedad a diferentes personas en distintos contextos.

Alrededor del hilo de la conversación digital con la oración ‘No Riley, espérate a que…’, hubo un par que me llamó la atención y con las que no sabía si reír o llorar: aquellas que se referían a situaciones desagradables a las que te enfrentas cuando tienes un vínculo, por lo general sexo-afectivo, de pareja. ‘No Riley, espérate a que te preguntes por qué con ellas sí y conmigo no’ y ‘espérate a que tengas que ir a trabajar con el corazón roto’ fueron las que me hicieron detenerme y darme cuenta de que no son hechos aislados (tristemente), todos aquellos que nos paralizan cuando estamos dentro de una relación de pareja.

Ver que algunos medios de comunicación dedicaron espacios para hacer una compilación de los memes publicados sobre esta tendencia, que en palabras de ellos, las personas usaban para desahogarse del mal de amores, me generó un poco de enojo porque, si bien los trends son generalmente basados en el humor y hechos para divertir a las audiencias, considero que también son un reflejo de lo que somos como sociedad y una ventana para analizar los problemas que existen.

Me pregunté: ¿por qué prefirieron abordar el tema con un enfoque humorístico y no desde una perspectiva de género para hablar, por ejemplo, de la violencia que hay en los vínculos de pareja y de cómo se hizo visible en publicaciones hechas alrededor de esta tendencia?

Ante esto, hice un pequeño ejercicio de escucha digital que consistió en realizar un seguimiento de conversaciones alrededor de la frase viral para saber qué decían las personas e identificar variables que me ayudaran a hacer una mejor interpretación de este trend con unas gafas feministas. 

Observé publicaciones hechas entre el 28 y 30 de junio, ¿y saben qué encontré? 

• Las personas usuarias que se identifican como mujeres fueron las que con mayor frecuencia hablaron de situaciones que generan ansiedad mientras se sostiene un vínculo de pareja.
• Es común que no haya responsabilidad afectiva en las relaciones. Las mujeres que compartieron sus experiencias dejaron claro que en sus vínculos no hubo un consenso, cuidado y diálogo sobre los sentimientos y emociones que surgieron. Además, fue perceptible que la otra persona tenía la incapacidad de hacerse cargo de la repercusión de sus acciones y actitudes.
• Hubo una inclinación hacia la represión emocional. Al hablar de situaciones que les generaban tristeza, ocultaron o negaron cualquier tipo de emoción para que las demás personas no las vean débiles, pues se piensa que quienes muestran sus emociones “negativas” son frágiles.
• Fue posible ver que existe una romantización de las relaciones tóxicas y se volvió casi normal calificarla así cuando existen, por ejemplo, celos o mentiras de por medio.
• Hubo un reconocimiento casi generalizado de no saber cómo escapar o salir de una relación en la que existen faltas de respeto. 
• Entre las personas (mayormente mujeres) que reaccionaron a las publicaciones se creó un espacio de contención. En la parte de los comentarios a través de palabras o abrazos virtuales hubo acompañamiento hacia las personas creadoras de contenido.

Imagina lo complicado que sería sostener un vínculo con estas características 🤯

Si bien la avalancha de memes alrededor de “No Riley, espérate a que…” estuvo basada en el humor, me fue imposible no pensar en el movimiento #MeToo que, hace siete años, hizo explotar las redes con denuncias de actos de acoso y abuso sexual que mujeres vivieron en diversos espacios.

Desde entonces, las redes sociales se convirtieron en un puente para visibilizar algunas de las violencias a las que las mujeres en toda su diversidad nos enfrentamos. Aunque el trend que surgió de la película Intensamente 2 no se convirtió en un movimiento, considero que actores como los medios de comunicación, que inciden en las construcciones sociales, pudieron poner sobre la mesa la información depositada en el mundo virtual para cuestionar con perspectiva de género la forma en que se desarrollan los vínculos de pareja en la actualidad.

¿O tú qué piensas?