La violencia obstétrica es una forma específica de violencia contra las mujeres y otras personas con capacidad de gestar que constituye una violación a los derechos humanos. Se genera en el ámbito de la atención obstétrica en los servicios de salud públicos y privados. Consiste en cualquier acción u omisión por parte del personal del Sistema Nacional de Salud. que cause un daño físico o psicológico durante el embarazo, parto y puerperio. Cualquier acción u omisión que se exprese en la falta de acceso a servicios de salud reproductiva, un trato cruel, inhumano o degradante, o un abuso de medicalización.
Las manifestaciones de la violencia obstétrica pueden ser físicas y psicológicas. Entre las primeras están las prácticas invasivas, como las cesáreas cuando se practican sin justificación, la esterilización no consentida o forzada, el suministro injustificado de medicamentos, el retraso de la atención médica de urgencia o la falta de respeto a los tiempos de un parto. Entre las segundas se encuentran actos discriminatorios, uso de lenguaje ofensivo, humillante o sarcástico, falta de información oportuna sobre el proceso reproductivo y trato deshumanizado.
Nuestro trabajo
GIRE ha sido una de las primeras organizaciones en utilizar el término violencia obstétrica y documentar la incidencia de conductas y omisiones que se agrupan bajo este concepto. Para visibilizar esta problemática, hemos realizado diversas campañas, nacionales e internacionales.
- En 2014, junto a otras organizaciones, realizamos la primera denuncia de casos de violencia obstétrica ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington D.C.
- En 2016 organizamos el “Tribunal Simbólico sobre Muerte Materna y Violencia Obstétrica”, donde 27 mujeres y familias acudieron para denunciar las violaciones de derechos humanos que sufrieron.
- En 2018 difundimos la lucha colectiva de los habitantes de Nahá, una comunidad ubicada en el corazón de la selva en Chiapas, para lograr que las mujeres embarazadas recibieran atención médica.
Parte fundamental de nuestra labor ha sido visibilizar que la imposición de métodos anticonceptivos es una forma de anular la libertad y las decisiones de las mujeres y otras personas gestantes. Un caso que acompañamos llegó a la SCJN, sentando un precedente de gran relevancia en este tema:
Sonia / Esterilización no consentida / 2021
Con engaños, amenazas y condicionando la atención médica, personal médico del IMSS en Jalisco recabó el consentimiento de Sonia para realizarle una oclusión tubaria bilateral (OTB) como método anticonceptivo permanente. La Corte determinó que el consentimiento recabado por el personal de salud no era previo, libre, pleno ni informado. Concluyó también que Sonia fue víctima de esterilización no consentida, violencia de género, violencia obstétrica y de tratos crueles, inhumanos y degradantes.
GIRE considera que la respuesta a la violencia obstétrica implica transformar las condiciones estructurales del sistema de salud en todos sus niveles. Por ello, ha cuestionado la utilización del derecho penal como mecanismo para erradicarla,. y ha insistido en la importancia de crear mecanismos de acceso a la justicia y a una reparación integral.