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Solo faltas tú
El fenómeno de la criminalización por parte del personal de salud tiene consecuencias graves. La percepción de que las personas que decidieron abortar han cometido un delito no solo las somete a escrutinio y las coloca bajo sospecha, sino que pone en riesgo la calidad de la atención médica que reciben.
El concepto de violencia obstétrica nació en los relatos de mujeres que se atrevieron a alzar la voz para evidenciar la deshumanización del parto institucionalizado y la pérdida de autonomía sobre sus cuerpos.
Los servicios de salud deben cumplir con estándares de ética médica y adaptarse a las necesidades de cada grupo poblacional, como las mujeres y personas gestantes. No normalicemos que nuestras experiencias estén atravesadas por la violencia, es posible construir un enfoque médico especializado que nos haga sentir paz.