El mundo necesita más ciencia y la ciencia necesita a las niñas y mujeres
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El mundo necesita más ciencia y la ciencia necesita a las niñas y mujeres


Por Karen Villalobos

‘‘¿A poco nunca te has preguntado por qué la luna te sigue? o ¿cómo se construyen los biocolchones para que puedan crecer plantas en Marte?’’

Todo comenzó en 2022, cuando Lú López concluyó un curso de mujeres en STEAM (por sus siglas en inglés: Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y se dio cuenta de que no podía terminar ahí. No fue la única, sin embargo, las otras niñas que decidieron continuar con actividades relacionadas estaban en la Ciudad de México, a mil 244 kilómetros de distancia. Pero nada de eso fue un impedimento, encontrar a personas que comparten la misma pasión por áreas de las que históricamente nos han mantenido fuera, valía y merecía todo intento. Lú estaba emocionada por pertenecer a ese espacio, pero su contexto era distinto. Aunque podemos asegurar que Latinoamérica como región comparte muchas de sus problemáticas: violencia, desigualdad social, crisis políticas y económicas, educación… hay particularidades. 

¡Necesitamos científicas también en Guatemala!

A Lú y otras cinco de sus amigas las unió la curiosidad de entender cómo funciona la vida, qué la compone y cómo se transforma, así que decidieron comenzar un club de amantes de las ciencias espaciales, la biotecnología, la química, las matemáticas y un largo etcétera. 

Datos de la UNESCO señalan que solo 35% de quienes estudian carreras y programas del campo de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas son mujeres.

‘‘¿Cómo podemos cambiar el mundo si no lo conocemos?’’-Lú

Existen organizaciones de protección a los derechos humanos que brindan donativos a niñas para que puedan construir sus espacios de lucha y activismo, con ese apoyo surgió Femiciencia. Entonces ya no solo eran seis amigas en Guatemala, ahora era un club de niñas científicas pertenecientes a México, República Dominicana, Perú, Bolivia, Colombia, Chile, Honduras y Argentina.

‘‘En el egipcio antiguo Femi es amor, y eso es FEMICIENCIA: nuestro amor por la ciencia’’ 

Camila (otra de las integrantes de Femiciencia) se considera una persona muy artística, también le encanta todo lo relacionado con la industria espacial, por lo que tiene planeado estudiar alguna ingeniería que le permita combinar sus dos pasiones. Aunque creamos que en la actualidad hemos avanzado a pasos agigantados en temas de género, la realidad es que persiste el mandato cultural patriarcal que regula y condiciona la socialización de las niñas, y los primeros acercamientos hacia la ciencia siguen estando permeados de estereotipos. No será azul vs rosa, pero sí enfermería vs matemáticas. Según los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) del año 2015, las niñas son tres veces más propensas que los niños a verse a sí mismas trabajando como profesionales de la salud, mientras que los niños son dos veces más propensos que las niñas a verse a sí mismos trabajando en alguna ingeniería. 

‘‘Mi amor por la ciencia tiene poco, en realidad cuando yo era chiquita me enseñaron más de música y pintura. Nadie me acercó a la ciencia, fui yo, hace como dos años apenas, y ha sido un proceso de autodescubrimiento muy emocionante porque tampoco quiero perder esa parte artística de mí, pero quiero dedicar mi vida a la ciencia’’ -Camila

‘‘Cuando yo era más chiquita quería hacerlo todo, pero en la prepa conocí por primera vez a una mujer estudiando matemáticas, en años anteriores todos mis tutores o profesores eran hombres, yo no sabía que había mujeres, y a mí ella me cambió la vida porque me hizo amar más la ciencia. Mi familia quería que estudiara otras cosas, pero a mí me volaba la cabeza entender cómo una flor podía cambiar de color dependiendo del PH de la tierra. Y bueno, ahora mis papás están re’ emocionados porque seré la primera científica de la familia’’ -Lú

Camila y Lú son niñas con grandes capacidades, creativas, inteligentes, empíricas. Ellas buscaron la manera de acercar la ciencia a otras personas, aun así constantemente se preguntan si lo van a lograr, si la sociedad les va a reconocer su esfuerzo. ¿Por qué desde niñas tenemos tanto miedo a intentar y por qué esos miedos específicos solo los sentimos nosotras?

Según el informe de la UNESCO Género, Ciencia, Tecnología e Innovación: conocimientos estratégicos para el desarrollo humano y sostenible (2020), los datos para Iberoamérica indican que las mujeres autoras de publicaciones representan un 46% (aun en países donde superan el 50% del plantel de investigadores/as). Al interior del grupo de quienes poseen 50 publicaciones, solo 20% son mujeres.

‘‘Nos da miedo no ser capaces, fracasar, ser un intento más o no lograr hacer algo maravilloso’’ -Lú y Camila

Querer hacer cosas maravillosas no es malo, al contrario, el problema es cuando eso se convierte en requisito para sobrevivir en la cúpula científica siendo mujer. Camila y Lú decían que otro de sus miedos más grandes era ser olvidadas como todas las mujeres científicas que fueron borradas de la historia, de los libros, de los premios más importantes, u opacadas por sus maridos que más que el conocimiento pusieron el nombre y el rostro. Al día de hoy, solo 3% de los Premios Nobel en ciencias han sido otorgados a mujeres.

‘‘Tengo amigos hombres y cuando hablamos claro que se frustran porque querer entrar a las ciencia no es fácil, pero su frustración nunca ha tenido que ver con su valor o la necesidad de hacer algo sobresaliente’’ -Camila

Claro que una parte importante de la lucha es acercar la ciencia a las niñas, sin embargo, otra de largo aliento tiene que ver con una división inequitativa de los cuidados. Las niñas van a crecer, ser científicas, pero también las principales cuidadoras, esto les generará desigualdad en la distribución y manejo de su tiempo, lo que repercutirá en sus trayectorias, aun cuando sea una población con altos niveles de educación y de trabajo fuera del hogar. 

‘‘Hace falta el reconocimiento de los logros de las niñas y los niños, educarnos por igual, hace falta que nos hagan soñar en grande por igual. Ya no nos prohíben entrar en las universidades, pero seguimos llenas de inseguridades para hacer cosas geniales’’ -Camila y Lú

Existen medidas para disminuir la brecha de género en la ciencia y aunque hay mucho camino por recorrer podemos insistir en lo que ya planteó ONU MUJERES:

Incorporar la perspectiva de género de manera transversal en todos los niveles de estudios; recopilar datos públicos, fiables y actualizados desde una perspectiva de género e interseccional; incluir indicadores con perspectiva de género en el diseño y evaluación de proyectos de investigación; priorizar la asignación de fondos y recursos para proyectos que incluyan la perspectiva de género en su formulación y ejecución; promover y fortalecer redes y alianzas feministas en el sector científico y tecnológico; generar licencias compartidas y construcción de centros de cuidado para las infancias en las universidades e institutos de investigación; mejorar las condiciones de precariedad existentes en el trabajo científico o visibilizar y abordar las situaciones de violencias en el ámbito de la ciencia y la tecnología. 

Eso de que las niñas son el futuro me quedó muy claro al escuchar a Lú y Camila hablar sobre su lucha cotidiana por cambiar su propio mundo y el de las demás, por derrumbar muros que las separan de hacer lo que las apasiona y silenciar las voces que les exigen ser más que las demás. 

Les pedí unas palabras para las niñas que pudieran leerlas y escucharlas, y esto fue lo dijeron:

‘‘No va a ser fácil, pero no vas a saber si lo vas a lograr o no hasta que lo intentes. Ahí afuera hay otras que se sienten como tú, no eres la única, estamos esperándote para apoyarnos entre todas. ¡Intenten!’’ -Camila

‘‘Primero me gustaría dirigirme a las profesoras, para agradecerles y pedirles que sigan motivando a las niñas, porque sí funciona. Y luego les diría a las niñas que sean ellas, que no tengan miedo de lo que piensen los demás porque al final es tu vida y tú decides cómo ser feliz. No tienen que cambiar el mundo ahora, ni solas, con que hagan el bien para ustedes. Den un buen ejemplo y busquen el bien común” -Lú

 

@Karenvillalobs es periodista independiente y feminista. Siempre con tenis y ánimo de contar las otras historias. Forma parte del equipo GIRE.

 


6 octubre 2023


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