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El término “poser” se utiliza coloquialmente para referirse, en sentido peyorativo, a una persona que “finge ser algo que realmente no es”. Aunque no hay una definición formal, en el mundo de los videojuegos se utiliza (en términos simples) para referirse a alguien que dice jugar o que juega videojuegos simplemente “por moda”. Todas las chicas gamer, es decir, todas las mujeres que tenemos el hobby de los videojuegos, hemos sido llamadas así en algún momento y es una “etiqueta” que nos vemos obligadas a quitarnos.
Me llamo Jenny, soy abogada de día y gamer de noche, y hoy te voy a contar cómo los estereotipos y los roles de género contaminan tanto nuestro día a día, al grado de que los encontramos en todas partes, y afectan nuestro desarrollo durante toda la vida, incluso desde el momento en que tomas un mando para jugar o cuando abres plataformas de streaming como YouTube o Twitch para ver a otras personas jugando.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación señala en el Protocolo para juzgar con perspectiva de género que los roles y estereotipos de género son producto de la cultura, que consisten en imágenes concebidas y aceptadas por la mayoría de los integrantes de una sociedad como representativas de un determinado género; y que dicha visión implica reconocer la diferencia entre los roles de mujeres y hombres, asumiéndolos erróneamente como algo natural, lo cual genera un impacto perjudicial en las personas, siendo las más afectadas las mujeres y las minorías sexuales.
¿Qué significa todo lo anterior? En palabras más simples, quiere decir que nuestra sociedad está acostumbrada a determinar, con base en el género de una persona, cómo debería verse, cómo comportarse, a qué debería dedicarse, hasta cuáles deberían ser sus pasatiempos, en fin, el famoso: “rosa si es niña, azul si es niño”.
“Las niñas juegan con muñecas, los niños juegan fútbol”, “las mujeres deben quedarse en casa a cuidar a los hijos, los hombres deben ir a trabajar”, etcétera. Ello repercute en nuestro desarrollo personal desde que nacemos y en los distintos aspectos de nuestra vida, por ejemplo, en el desarrollo profesional, pues existen problemas como la brecha salarial (la diferencia de salario entre mujeres y hombres), la desigualdad laboral, y la diferencia entre la duración de las licencias de maternidad y de paternidad, sólo por mencionar algunos.
Aunque quienes no están familiarizadas con los videojuegos pudieran llegar a pensar que los personajes femeninos estarían representados por la típica “damisela en peligro” esperando ser rescatada por el protagonista, lo cierto es que al interior del mundo de los videojuegos pasa lo contrario.
Existen personajes femeninos que han acompañado al gaming desde sus inicios, hasta la actualidad, siendo incluso, en ciertos casos, la razón por la que algunas mujeres también comenzaron a jugar videojuegos. Personajes como Lara Croft (Tomb Raider), Samus Aran (Metroid), Jill Valentine (Resident Evil), Chell (Portal), etcétera, tienen en común que son protagonistas “luchonas que resuelven”, es decir, que por ellas mismas se desempeñan con determinación, fuerza e inteligencia para alcanzar sus objetivos personales y/o completar las misiones que les son asignadas.
Por otra parte, si bien es cierto que hasta hace algunos años los personajes femeninos de videojuegos, principalmente en los fighting games (juegos de lucha o de peleas), eran representados de una manera innecesariamente sexualizada, últimamente las compañías desarrolladoras han optado por modificar los estilos visuales de estos personajes, evitando dicha sexualización con el objetivo de representarlas a la par de los personajes masculinos. Por ejemplo, los desarrolladores del videojuego Mortal Kombat 11 expresaron que querían mostrar a mujeres guerreras que luchan por su vida y no “como si fueran a un concurso de bikinis».
Cabe señalar que, cuando fueron anunciados estos cambios, hubo cierta molestia por parte del público masculino, pero con el tiempo la aceptación ha sido bastante buena y eso se debe a que, dentro del mundo del gaming, si bien la cultura machista no está completamente erradicada, el empoderamiento de los personajes femeninos y la no sexualización son bien recibidos. Me atrevería a decir que, incluso, son alentados por los mismos jugadores. Pero, ¿qué pasa en la vida real?
Por una parte, como mencioné al inicio de este blog, la gran mayoría de las chicas gamer (si no es que todas) en algún momento hemos sido cuestionadas respecto a si somos “poser” o si “sí le sabemos a los videojuegos”, aspecto que, por supuesto, generalmente no sucede con los hombres. Cuando las personas escuchan que a un chico le gustan los videojuegos, nadie se sorprende, piensan: “bueno, es normal”; pero cuando una chica tiene esa afición, surgen comentarios como: “pero, ¿sí le sabes o lo haces por moda?”, “a ver, dime la historia de…”, “menciona tantos juegos de…”, “vamos a echarnos una partida, a ver si es cierto”, etcétera. Otra vez: “rosa si es niña, azul si es niño”.
Y, por otra parte, debido al contenido que predomina en la categoría de chicas gamer en plataformas como Youtube o Twitch, se ha construido una imagen sexualizada de cómo deberíamos lucir, y que nuestro propósito debería ser jugar para el entretenimiento de una audiencia (mayormente masculina). Sin intención de “tirarle hate” a las chicas que se dedican a ello, porque también me gusta interactuar en vivo con personas frente a una cámara de vez en cuando mientras juego, mi punto es que también existimos chicas gamer que jugamos en chanclas, en pijama, despeinadas, sin maquillar, con la ropa y el teclado lleno de migajas de chetos. Y sí, las mujeres también sabemos jugar.
Para ir cerrando: ¿por qué las mujeres tenemos que demostrar que “somos buenas” para los videojuegos?, ¿por qué tenemos que “vernos atractivas” para jugar en vivo?, ¿cuántos chicos gamer en alguna transmisión reciben comentarios como “hey, subiste de peso”, o “no me gusta tu outfit de hoy”?, ¿por qué sólo aplaudimos a las mujeres luchonas dentro de los videojuegos, pero en la vida real es lo contrario?
Los videojuegos, al igual que cualquier otro pasatiempo, no tienen género. Y el hecho de tener mayor o menor conocimiento y/o habilidades en un género u otro, así como tu estilo, apariencia y/o vestimenta, no define qué tan gamer eres, por lo que no debes sentirte obligada a probarle nada a nadie.
En conclusión: Juega y deja jugar a las demás.
Jenny (@ashleyshadowjenny) es abogada pero apasionada por los derechos humanos y las ciencias forenses. Es una gamer adicta a los chetos y tiene muchos hijos emplumados.
27 febrero 2024