Utopía en un campamento de verano
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Utopía en un campamento de verano


Por Verónica Esparza y Rebeca Lorea

¿Cómo imaginas un campamento de verano para adolescentes? Seguro pensaste en actividades acuáticas, deportivas y fogatas, fácil.  Ahora, ¿cómo imaginas un campamento para adolescentes con alguna discapacidad? Camp Jened fue un campamento, ubicado en las montañas Catskill en Nueva York, que se fundó en 1951 y que por cuestiones económicas cerró en 1977. A este campamento cada año iban adolescentes con discapacidad. 

Crip Camp: A Disability Revolution

Probablemente crees que todas esas actividades divertidas no se podrían realizar porque se trata de personas con discapacidad. Pero en el documental Crip Camp: A Disability Revolution los adolescentes, ahora adultos, narran que su experiencia en el campamento fue empoderadora porque ahí todos tenían diversidad funcional y eso hacía que sus cuerpos dejaran de ser el centro de atención como sucedía fuera de ahí. Descubrieron que el problema no venía de las personas con discapacidad, sino de quienes no tenía alguna discapacidad. 

En Camp Jened los adolescentes nadaban, jugaban beisbol, cantaban, cocinaban y hacían todas esas actividades que se hacen en cualquier campamento de verano. En este lugar podían experimentar libertad y vivir las experiencias que todo adolescente desea tener. Ahí compartían sus frustraciones asociadas con la falta de privacidad, con la madurez y el intento de independizarse de sus familias, al mismo tiempo que tenían que recibir el apoyo de sus padres para hacer las cosas que la mayoría de los adolescentes pueden hacer por sí mismos. En Camp Jened, aunque la gran mayoría fueran jóvenes con discapacidad, todos se apoyaban unos a otros en el cuidado y soportes que necesitaban para trasladarse o hacer actividades diarias como comer o bañarse. El campamento de verano era el único lugar en el que no dependían de sus padres o madres para todo esto. Una de las personas lo describe como una utopía pues, en ese lugar, narra, “vimos que nuestras vidas podían ser mejores”.

El campamento también servía para que los y las jóvenes pudieran disfrutar de la exploración sexual, muchos tuvieron su primera o primer novio en ese lugar. La sexualidad de las personas con discapacidad suele considerarse un tema tabú, y predomina la tendencia a percibirlas, en especial a las niñas y las jóvenes, como seres asexuales, dependientes, incapaces de criar hijos y de tomar decisiones adecuadas con respecto a su sexualidad y reproducción. Esos estigmas están particularmente extendidos en el caso de las personas con discapacidad intelectual y psicosocial. Los estereotipos basados en el género y la discapacidad suelen dar lugar a una discriminación estructural o sistémica de las mujeres con discapacidad, en particular en la esfera de la salud y los derechos sexuales y reproductivos. 

Como ejemplo del daño que pueden hacer estos estereotipos, el documental incluye el testimonio de Denise Sherer Jacobson quien tiene parálisis cerebral, narra que en su juventud tuvo un romance con el chofer del autobús en el que se trasladaba habitualmente, porque sentía que se estaba haciendo vieja y no quería morir siendo virgen. Un día, debido a un dolor abdominal acudió al médico y este decidió que tenía apendicitis, pero, cuando se le extirpó el apéndice, notaron que estaba sano. Después de la operación le hicieron un examen pélvico y, hasta ese momento, descubrieron que lo que tenía era gonorrea. Eso sucedió porque, basado en estereotipos de género y discapacidad, el médico supuso arbitrariamente que ella no era sexualmente activa. Denise lo dice con sarcasmo, “Mírenme. ¿Quién querría tener sexo conmigo?”

Es frecuente que las personas con discapacidad, sobre todo las niñas y adolescentes, crezcan escuchando que no pueden ni podrán casarse ni tener hijos. Al final, las personas con discapacidad pueden incluso internalizar esta creencia y cancelan todo proyecto de formar una familia o tener una pareja. Pero Denise estudió una maestría en sexualidad humana y es escritora y, junto con Neil Jacobson, a quien conoció en Camp Jened y quien también tiene parálisis, desafió estereotipos pues se casaron y adoptaron a un hijo que ahora es adulto.

Camp Jened, además de ser un espacio de libertad, fue una semilla para la gestación del movimiento de vida independiente. En el documental podemos ver durante su juventud en el campamento a varias personas que después se convertirían en importantes activistas de derechos de las personas con discapacidad. Por ejemplo, a una joven Judy Heumann organizando la comida semanal en Camp Jened y también, años después, siendo una de las líderes de las protestas y la ocupación de edificios públicos en San Francisco durante 26 días para exigir a Joseph Califano, Secretario de Salud, Educación y Bienestar de Estados Unidos, la promulgación de la sección 504 de la Ley de Rehabilitación, que garantizaba la no discriminación a las personas con discapacidad en todos los espacios que recibieran fondos públicos. 

Crip Camp

La firma de la sección 504 fue un precedente para que se adoptara, en 1990, la American Disability Act. El movimiento de vida independiente impulsó, además de cambios legislativos, cambios de paradigmas como el modelo social de discapacidad establecido en la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad adoptada en 2007.

Podemos ver los paralelismos entre las imágenes y testimonios tomados en Camp Jened, con aquellas de las protestas y la ocupación por la sección 504: personas con discapacidad, libres de prejuicios, organizadas, independientes, cuidándose unas a otras, con la confianza, el poder y la esperanza de que están cambiando el mundo y construyendo otro en el que ya no serán consideradas una carga, mucho menos “incapaces”, “angelitos”, “personas con necesidades especiales”, “bendiciones” ni “retrasadas mentales”, sino personas sujetas de derecho como el resto. Sin embargo, fuera de la utopía que fue Camp Jened, tristemente podemos ver también imágenes como las del Hospital Willowbrook que siguen siendo vigentes, pues aún cincuenta años después, hay personas con discapacidad institucionalizadas y en condiciones totalmente contrarias a derechos humanos.

Crip Camp: A Disability Revolution

Recomendamos ampliamente este documental para acercarnos al movimiento de derechos de personas con discapacidad, situarlo en México y seguir reflexionando sobre los logros en la materia, pero, sobre todo, los retos que persisten.

@esparza2602 es abogada feminista en deconstrucción permanente. Necesita desayunar y un café para empezar el día. Forma parte del equipo GIRE.

@rebeca_lorea es abogada feminista, originaria de Guanajuato, preguntona y acariciadora de perritos. Forma parte del equipo de GIRE.


23 julio 2020


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