En el ámbito laboral, los roles y estereotipos de género, basados en precoconcepciones sobre lo que se espera que hagan las mujeres y los hombres en la sociedad, contribuyen a una división del trabajo que asigna tareas y espacios en función del sexo asignado al nacer. Una de las consecuencias de esta división sexual del trabajo es la denominada «doble presencia», que hace referencia a la carga de labores domésticas y cuidado no remuneradas que se espera asuman las mujeres, además de su jornada laboral remunerada. Esta doble presencia limita significativamente sus oportunidades de desarrollo.
De acuerdo con el INEGI, el tiempo empleado en labores domésticas y de cuidados disminuyó, las mujeres reportan más del doble de horas que los hombres dedican a los cuidados y a las labores del hogar.
La siguiente gráfica refiere el número de horas por semana que mujeres y hombres dedican a cuidados y trabajos domésticos no remunerados en México.
Fuente: INEGI, Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), primer trimestre de 2024. Disponible en:
https://www.inegi.org.mx/programas/enoe/15ymas/#microdatos