En las discusiones en torno a la gestación subrogada hay diversos posicionamientos éticos, sociales y jurídicos que se reflejan en los términos utilizados para referirse a esta práctica: maternidad subrogada, gestación por sustitución, alquiler de vientres, renta de úteros, por mencionar algunos.
Gestación subrogada
Es un contrato o acuerdo a través del cual una mujer acepta gestar para una persona o pareja que tiene la intención de fungir como padre(s) o madre(s) de la niña o niño nacidos de dicho embarazo.
El contrato puede ser remunerado y la gestación se entiende como un servicio. O puede ser sin remuneración por la acción de gestar, aunque la persona o personas contratantes cubren los gastos relacionados con el proceso gestacional.
Existen varias formas de nombrar a esta actividad, pero ¿cuál es el término correcto?
En GIRE consideramos que gestación subrogada y gestación por sustitución se adecuan mejor al fenómeno regulado o que se busca regular.
Al usar estas denominaciones no se pone el acento en la maternidad sino en la actividad o fin principal perseguido por las partes, es decir, la gestación. Además, desde una perspectiva de derechos humanos estos términos son los más adecuados.
¿A favor o en contra?
El debate sobre la gestación subrogada tiende a ser muy polarizante. Por una parte está la postura que considera necesario prohibir esta práctica de manera absoluta, incluso mediante la penalización de las partes. Por otra parte están quienes piensan que si bien existen una serie de protecciones necesarias para asegurar el consentimiento de las partes y evitar abusos, en particular sobre la agencia de las mujeres y otras personas con capacidad de gestar a decidir sobre su cuerpo, proponen reconocerla y regularla.
Regulación en México
En los estados de Tabasco y Sinaloa esta práctica se permite. Coahuila y Querétaro han incluido en sus códigos civiles artículos que desconocen explícitamente cualquier acuerdo de este tipo. Y en el resto del país la gestación subrogada permanece desregulada.
¿Qué ha dicho la Suprema Corte de Justicia de la Nación?
En 2021 reconoció que, ante la falta de una regulación, las partes involucradas están desprotegidas y son vulnerables a diversas violaciones a sus derechos humanos.
Ante el panorama existente, se requiere una regulación clara que reconozca las complejidades de la práctica y evite discriminar y vulnerar a las partes bajo el argumento de protegerlas. El Estado debe encontrar la forma de proteger a las personas que desean ser padres y madres, a las mujeres que deciden gestar para otras familias, y a las niñas y niños que nacen por este tipo de acuerdos.
Para ello es necesario contar con una regulación que garantice que los acuerdos puedan ejercerse en las mejores condiciones posibles, tomando en cuenta las experiencias, motivaciones e intereses de las partes involucradas en el proceso.
Si necesitas más información sobre gestación subrogada, consulta:
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Informe: Gestación subrogada en México: resultados de una mala regulación
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La gestación por sustitución en el libro Efectos Inesperados