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¿Qué es una noche feminista?

junio 17, 2019

Hace unas semanas, GIRE organizó su primera noche feminista, un evento de recaudación de fondos donde los y las asistentes se solidarizaron con la causa de nuestra organización, a la vez que pudieron escuchar las maravillosas actuaciones de Fer Casillas, Carmen Ruiz, Fernanda Ulibarri y Leiden. GIRE realiza su trabajo gracias al generoso apoyo de fundaciones y personas que nos ayudan a hacer que la justicia reproductiva sea una realidad en México. Esa noche, la escritora Gabriela Jauregui nos regaló estas lindas palabras que queremos compartir en este espacio.

Por: Gabriela Jauregui (@surplusera)

¿Qué es una noche feminista? Es más, vámonos un pasito más atrás: para empezar, ¿qué es el feminismo? Para mi, estoy segura que es algo distinto que para ti o para ti o para ti. Estoy segura que si ahorita nos ponemos a definir qué es el feminismo para cada una de nosotras y porqué nos es relevante, encontraremos tantas definiciones como mujeres en el cuarto. Y allí reside su belleza, su efectividad: el feminismo es antitotalitario por definición. Es una vivencia cotidiana en nuestros cuerpos, absolutamente singular y completamente compartida.

Una noche feminista para mí, como el feminismo para mí, es muchas cosas. Una de ellas es la lucha, y de eso les hablaré en un momentito más, pero la otra es el estar acompañadas —la sororidad— que no es más que la alegría, el gozo de encontrarnos juntas en esta lucha. Porque acá venimos a pasarla bien y a la vez venimos a pensar juntas cómo resistir una guerra que está pasando contra nuestros cuerpos y nuestras vidas.

Porque ya lo saben ustedes, afuera, a tan solo unas estaciones de metrobús, nos están matando; en el metro, nos tocan, nos secuestran, nos abandonan; en este país nos están desapareciendo, nos están descuartizando, nos están quitando los derechos hasta de decidir qué hacer y no hacer con nuestros cuerpos; nos quitan las voces y los espacios —nos quieren borrar. Pero no se las dejamos fácil, a pesar de todo, cada vez ganamos más espacios y nos organizamos mejor: cada vez más mujeres salimos juntas a las calles, cada vez hay más niñas futbolistas, más mujeres en puestos de toma decisión. Y a la par cada vez nos maltratan más y nos matan más (la tasa de feminicidio, que incluye además de mujeres, a niñas en un año pasó de 6 a 9 por día). No crean que les digo compañeras y amigas de gratis. Estamos en una lucha por algo más que sobrevivir, estamos acá porque creemos que nosotras, nuestras hermanas, amigas, hijas, madres, colegas, empleadas, parejas, merecemos una vida digna y libre, y acá estaremos hasta que, como dijo la luchadora hñähñu, doña Jacinta Francisco, “la dignidad se haga costumbre”.

Y no está de más recalcar que nuestra sororidad en la lucha no es como esa fraternidad de los hombres que construye iglesias opresoras, estados asesinos y corporaciones que destruyen el mundo, es decir una fraternidad de lo militar, lo duro, y lo cruel, no, nuestra forma de luchar implica tomarnos tiempo, platicar, sentir, pensar, estar en nuestros cuerpos, bailar, y disfrutar porque nuestra lucha es fluida en su fuerza, es resbalosa, es alegre y este gozo, este placer es otra forma en la que desobedecemos al patriarcado.

Y sí, vinimos acá a hacer todo eso: comer rico, cotorrear, y también a conspirar juntas. Porque esa guerra no va a parar, ya se está poniendo peor. Entonces la idea es que en estas noches feministas vengan mujeres a compartirnos sus obras de arte, música, literatura, diseño, periodismo y más y que podamos invitar a más mujeres para crear una red de alianzas cada vez más amplia, diversa, y transversal.

Hoy Gire, la Marea Verde y la lucha a favor de nuestros derechos necesitan todo nuestro apoyo: necesitamos comprometernos, no sólo comprando un dije o una taza o una playera, que son herramientas de conversación y que están increíbles ¡y por favor hagámoslo para que Gire pueda continuar produciendo pañuelos verdes!, sino también visibilizando la causa entre todas.

Me parece que es importante transparentar las cosas entre nosotras, y exponer vulnerabilidades en la organización, porque esa también es una práctica antipatriarcal: esta noche, cada trago, cada bocadillo cuesta más de lo que jamás se podría recaudar con esas ventas. Necesitamos apoyar Regina y a Gire y pensar entre todas nuevas formas de autogestión para que estas noches no solamente se paguen solas sino que sobretodo, los pañuelos y campañas urgentes tengan cada vez más apoyo de base como el nuestro, porque los apoyos institucionales cada vez se hacen más escasos en estas patadas de ahogado del patriarcado (que sí duelen, ¡no crean que no!).

Aquí estamos, ejerciendo nuestro derecho a organizarnos, nuestro derecho a defendernos, nuestro derecho a decidir qué pasa con nuestros cuerpos pero también nuestra imaginación desobediente, que teje vínculos político-afectivos, para que, entre risas, abrazos, chismes, conversaciones, música, imaginemos juntas el mundo queremos. Ahora sí, esto es un movimiento. Todas juntas a mover el culo, y a bailar del lado chingón de la historia. Miremos a nuestro alrededor: no estamos solas.

* Gabriela Jauregui es escritora, poeta y crítica. Entre sus libros se encuentran La memoria de las cosas y Tsunami.

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