La Marea Verde ha tenido un inminente avance en México. La lucha colectiva del movimiento feminista, junto a la estrategia jurídica impulsada por GIRE, ha logrado que el aborto voluntario sea legal en dos tercios de las entidades, al menos durante las primeras doce semanas de gestación.
En GIRE asumimos el compromiso de construir espacios digitales más justos e inclusivos. Por ello, trabajamos de manera continua para que nuestro sitio web y los contenidos de comunicación sean accesibles para todas las personas.
La Opinión Consultiva OC-31/25 sobre el derecho al cuidado, emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es una herramienta fundamental para avanzar en la igualdad de género y la justicia reproductiva.
El Observatorio de Aborto Seguro en México, desarrollado por Colmena Consultoras, es una plataforma digital de acceso público que tiene el objetivo de contribuir, con la incidencia política basada en evidencia y sustentada, en el acceso al aborto como tema de salud pública.
Las experiencias de violencia obstétrica se intensifican cuando las mujeres se ubican en múltiples ejes de vulnerabilidad: el ser indígena, el nivel educativo y las condiciones de salud preexistentes, incluyendo discapacidad, amplifican las formas de violencia que las mujeres experimentan.
La violencia obstétrica es una forma de violencia de género que afecta a las mujeres y personas gestantes durante la atención en el embarazo, parto y posparto. En GIRE, creemos que la vía penal no es el enfoque para erradicarla, sino un cambio estructural que aborde las causas profundas de la violencia.
El acceso al aborto legal y seguro permite que las decisiones sobre cuándo y en qué circunstancias asumir las responsabilidades de cuidado se tomen en condiciones de mayor libertad y no como resultado de limitaciones estructurales.
Desde GIRE acompañamos a Rossalba, quien vivió violaciones a sus derechos humanos al ser atendida en el Hospital de la Mujer de Comitán, Chiapas, el cual pasó a formar parte de la cadena de hospitales del IMSS-Bienestar. Este cambio en el sistema de salud está obstaculizando el acceso a la justicia reproductiva.
Las cargas desiguales en torno al trabajo de cuidados condicionan las decisiones reproductivas y estas decisiones, a su vez, impactan en las responsabilidades de cuidado. Desde los movimientos feministas estamos exigiendo políticas públicas que aborden simultáneamente los derechos reproductivos y el derecho al cuidado.