Cada 30 de marzo, Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, se busca llamar la atención sobre la situación de discriminación sistemática que este grupo de mujeres enfrenta.
Por primera vez, un tribunal internacional tiene la oportunidad de sentar un precedente histórico en toda América Latina para proteger y garantizar los derechos reproductivos de las mujeres.
Las protestas feministas son por nuestros derechos, por la libertad de tomar decisiones sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos. Y por los años de dolor, muerte y ausencia de justicia.
«Seguimos fuertes y juntas: alzando la voz, tomando las redes sociales, difundiendo información, participando en debates, y exigiendo al Estado y sus instituciones el respeto y la garantía de los derechos humanos de todas.»
Durante todo el mes de marzo puedes ayudarnos a seguir con nuestro trabajo para visibilizar la violencia obstétrica que padecen sistemáticamente las mujeres y personas gestantes en México. A través de HIP Give, realiza un donativo para nuestro proyecto: Parir sin violencia.
La muerte prevenible de una mujer durante o después del parto, sobre todo tras haber enfrentado maltrato y discriminación, es un pendiente del sistema de salud que el Estado mexicano debe atender de manera urgente.
Durante varias décadas se ha reforzado la idea de que los derechos reproductivos son un derecho exclusivo de mujeres heterosexuales, pero no es más que un estereotipo alejado de la realidad que tenemos que esforzarnos por romper.
En México el aborto se regula a nivel local, y hay circunstancias bajo las cuales no se castiga y otras por las cuales no se considera como un delito, pero el Estado ha fallado en socializarlas.
Durante este tiempo de contingencia sanitaria nos hemos adaptado a los cambios con profesionalismo. Gracias a quienes confían en nosotras y apoyan nuestro trabajo, continuamos la lucha por la justicia reproductiva con dedicación y entusiasmo.