Dieciséis años han transcurrido y ahora son once las entidades federativas en las que el aborto ha sido despenalizado, pero el IMSS sigue sin prestar los servicios de interrupción del embarazo escudándose en que son una institución regulada por la normatividad federal, que mayormente no permite el aborto.
Son ya 11 los estados de la República mexicana que han despenalizado parcialmente el aborto y es imprescindible que en cada uno de ellos existan datos públicos en torno al acceso a la interrupción legal del embarazo, desagregados por sexo e identidad de género.
Si bien los efectos de la contingencia sanitaria seguirán siendo materia de análisis durante varios años, el trabajo que desde la sociedad civil se ha realizado hasta ahora evidencia los pendientes y las necesidades que hay que atender sin demora.
La despenalización representa un paso significativo hacia la justicia social y la autonomía corporal de quienes decidan abortar, pero aún nos encontramos lejos de garantizar plenamente el ejercicio de este derecho reproductivo.
La transparencia y el acceso a la información funcionan como mecanismos de rendición de cuentas para que organizaciones, en especial las dedicadas a la salud y los derechos reproductivos, puedan monitorear el perfil de las personas que acuden a los servicios y la atención que reciben.
Es necesario considerar a niñas, niños y adolescentes como protagonistas de los procesos que acompañamos, privilegiando que su derecho a la participación va más allá de un espacio para que expresen su opinión.
Gracias a un amparo ganado por GIRE más personas podrán acceder a técnicas de reproducción asistida sin enfrentarse a barreras injustificadas que no están relacionadas con su efectividad.
Once estados han despenalizado parcialmente el aborto; sin embargo, una constante ha sido que las mujeres y personas con capacidad de gestar se encuentran con barreras cuando solicitan un aborto en los servicios públicos.
Después de 16 años de trabajar en el IECM, Berenice fue acosada y hostigada para forzar su salida de la institución por considerar que «ya no era útil» tras ejercer su maternidad.