Somos un blog con harto limón y feminismo. Nuestros temas favoritos son autocuidado, diversidad, menstruación, maternidad, infancias, amor romántico, política, derechos reproductivos y mucho más. ¡Ponle limón a tus días leyendo nuestras publicaciones!
Debo decir que me encanta, en verdad me emociona y entusiasma ver cómo la diversidad y su colorido —las aportaciones y la riqueza que nos da socialmente— están cada vez más presentes y ya nadie las saca de la escena pública.
A veces en las discusiones feministas nos preguntamos si los hombres y todas las personas cisgénero y profundamente heteronormadas podemos ser aliadxs del movimiento LGBTIQA+. Sin querer abarcar discusiones que podrían ser más académicas o expertas, puedo opinar al respecto y decir que sí.
En principio, deberíamos analizarnos y criticarnos con los lentes de la apertura, la diversidad y la inclusión, porque ya basta de reproducir acciones o reacciones que vienen de la histórica y profunda división sexual y social heteronormativa. Ejemplos de ello, y que debo mencionar porque me molestan profundamente, son los chistes machistas y homófobos, las bromas o dichos, o el respaldo de cualesquiera acciones u omisiones que se burlan, denostan o excluyen a personas porque no “cuadran” justo con la visión de lo que “debe ser” una mujer, un hombre o una persona y su expresión de género. Siento que para que algo cambie deben llegar a molestarnos en lo más profundo ese tipo de expresiones que invisibilizan o atacan lo diferente —entendido como aquello que dista de nuestras arraigadas e introyectadas formas de pensar socialmente— como para nunca callar al respecto.
Y sí, en el plano de las experiencias cotidianas, saber que alguien “no encaja” en lo que nos ha sido impuesto para entender el mundo y a las otras personas, y su expresión de género, puede en su momento causar confusión, preocupación, incomodidad, reacciones basadas en prejuicios u otras sensaciones y emociones que pudieran no ser las más positivas y las que necesitan las personas de la comunidad LGBTIQA+. Y también puede ser difícil saber cómo reaccionar, hablar sobre el tema o apoyar aun teniendo toda la buena intención, apertura y disposición. Pero pienso y siento que lo importante en todos los casos es posicionarse desde la empatía y la comprensión, porque las personas de la diversidad sexual de por sí luchan con el miedo, el rechazo, la discriminación y sus consecuencias, o bien, buscan reivindicar y defender el orgullo y el alivio de ser como son, y enfrentan desafíos reales y a veces muy serios en su vida cotidiana (desde las ya comentadas bromas y la falta de acceso a derechos, hasta amenazas, insultos o crímenes de odio y transfeminicidios).
Reconocer el hecho de que las personas de la comunidad LGBTIQA+ aún luchan por muchas cosas —incluidas la aceptación, el respeto y sus derechos— nos debe llevar a apoyar todas sus causas, para contribuir a un país y un mundo que sea más inclusivo y con derechos para todas las personas sin importar su preferencia sexual o su expresión de género.
Un ejemplo que a muchas personas les parece nimio e incluso ridículo es el respectivo al ya famoso, pero no siempre comprendido, aceptado y practicado, lenguaje inclusivo o incluyente. Les molesta en verdad a ciertas personas, y me parece que es porque siguen estancadas en su cuadrada forma de pensar, empezando por sus argumentos de que se desvirtúa el uso correcto del lenguaje. Sobre todo, en las interacciones cotidianas, deberíamos poder ser capaces simplemente de dirigirnos a las otras personas como quieren ser reconocidas, visibilizadas y por tanto nombradas. Y en el plano formal al menos deberíamos todas las personas buscar ser lo más inclusivas posible (utilizando un lenguaje neutro, que no refiera a un género en particular), porque ello ni más ni menos nos lleva a cuestionar el discurso y el lenguaje ligado al poder, en especial al poder de la palabra que moldea la sociedad y que, de nuevo, encuadra todo en estructuras de poder injustas que perpetúan las desigualdades al invisibilizar, estigmatizar, victimizar y al reforzar estereotipos (aquí algunas guías o manuales de utilidad).
No hay una manera “correcta” o “efectiva” de ser aliadx del movimiento LGBTIQA+, pues se trata de un proceso inacabado de aprendizaje que, eso sí, debe basarse en el respeto y en avizorar un horizonte más amplio, que nos concierne a todas las personas en la lucha por la justicia y la igualdad.
Verónica Cobos
@VeroCobos
Socióloga UNAM/Mtra. Cooperación Internacional para el Desarrollo. Amo cantar, también
amo las perritas y tengo tres felices adoptadas (#AdoptaNoCompres) en mi manada.
10 octubre 2022