Dolor y política
Es la ilustración de 2 limones, uno está sobre otro, el de atrás está cortado y el de enfrente está entero. Sobre ellos está el texto '100 por ciento feminista' y 'Limón' al dar clic sobre este te envía al blog feminista de GIRE.

EN MÉXICO SE LE ECHA LIMÓN A TODO. EN GIRE LE ECHAMOS FEMINISMO A TODO. ES UNA FORMA DE VIVIR Y CONVIVIR, TAN COTIDIANO COMO EL LIMÓN.

Somos un blog con harto limón y feminismo. Nuestros temas favoritos son autocuidado, diversidad, menstruación, maternidad, infancias, amor romántico, política, derechos reproductivos y mucho más. ¡Ponle limón a tus días leyendo nuestras publicaciones!

Dolor y política


Por Isabel Fulda

Marta Lamas, como todas nosotras, está viviendo una pandemia, con todo el temor, el cansancio y los cuidados propios y ajenos que ello implica. Y en ese tiempo y motivada en parte por cierta preocupación por no haber expresado algunas ideas en el espacio público, pero también por el tiempo y la calma (ajá) que implica estar encerrada en casa huyendo del bicho, se puso a escribir un libro, que ahora pueden encontrar en todas partes bajo el título de Dolor y política, sentir, pensar y hablar desde el feminismo.

Dolor y política

Dolor y politica; Marta Lamas

En un resumen, Dolor y política es una revisión crítica de las idas y venidas del (os) movimiento(s) feminista(s) en México en los últimos años, con referencias importantes tanto a teóricas y activistas feministas, como a la experiencia de la misma Marta como parte del movimiento. Aunque presenta algunas posibles respuestas, sobre todo plantea preguntas importantes. Principalmente, ya que reconocimos, de manera individual y colectiva, que nos atraviesan heridas milenarias, ¿cómo comenzamos a repararlas? En sus palabras, “cómo defendemos la alegría y encauzamos la rabia”. ¿Qué es la violencia? ¿Está la rabia siempre asociada a un deseo de “venganza”? ¿Cómo reconocemos nuestras experiencias compartidas sin esencializar nuestras identidades?

Y, añadiría yo, una vez que logramos establecer que las compañeras que rompen vidrios sí nos representan, que las paredes no sienten, que la rabia es legítima y la Reinota es una diosa, ¿qué hacemos con la memoria de estas heridas?, ¿dónde las ponemos?, ¿cómo las honramos? Porque si algo hemos podido ver, entre el horror no sólo de las violencias que ya vivíamos y seguimos viviendo, sino también de esa que es promovida y ejercida por el mismo Estado frente a nuestra lucha política, es que la belleza siempre se asoma. Porque el lodazal, como diría mi adorado Tipi, es un terreno fértil para que crezcan las flores. Los feminismos contemporáneos han reivindicado la expresión de la rabia en el espacio público, sí, pero también la ternura, la alegría, la belleza.

8M Liliana Favela

Fotografía de: Liliana Favela

El libro discute también, algunas de las diferencias bien conocidas en este mundo tan cansado, tan retador y a veces tan interesante que es Feministlán: el papel del punitivismo frente a las violencias, las posturas neoabolicionistas en relación con el trabajo sexual, el “separatismo”, el feminismo institucionalizado en organizaciones, así como el papel de las activistas ahora convertidas en funcionarias públicas, las mantas, comunicados y demás expresiones AntiMartaLamas, el reconocimiento de las identidades trans y no binarias. Estas diferencias sin duda no son menores y algunas son irreconciliables, pero Marta nos invita —con o sin mucho optimismo, dependiendo de la etapa de la semana y de la pandemia en la que a cada quien le agarre la lectura— a darle la bienvenida a estos desacuerdos, a sentarnos con ellos, a despojarnos de la “razón arrogante” y a buscar posibles alianzas políticas en temas concretos sin por ello tratar de homogeneizar nuestras experiencias y posturas.

Yo, después de meses de hacer pan de plátano, arreglar mi casa y explorar videos de ejercicio en internet, quizás estoy pasando por una etapa un poco más escéptica sobre la posibilidad real de lograr estas alianzas. También, pienso que hay límites importantes a trazar frente a quienes defienden “feminismos” que niegan e incluso activamente incitan a la violencia hacia otrxs. Pero, finalmente y asumiendo estos límites claros, coincido con Marta en que no hablar entre nosotras tiene un costo político y que “el diálogo es una postura ética por la cual vale la pena luchar” (Dolor y política, sentir, pensar y hablar desde el feminismo, p. 144).

via GIPHY

Recomiendo leerla, aunque sea para discutirle.

Por Isabel Fulda, @IFulda

Isabel es zurda, miope, feminista y la humana de Uva, una perrita dálmata que todos los días la despierta temprano reclamando su desayuno.

 


22 abril 2021


¿Te gustó este artículo?

GIRE es una organización sin fines de lucro.
Súmate con un donativo deducible de impuestos