Y vivieron felices para siempre
Es la ilustración de 2 limones, uno está sobre otro, el de atrás está cortado y el de enfrente está entero. Sobre ellos está el texto '100 por ciento feminista' y 'Limón' al dar clic sobre este te envía al blog feminista de GIRE.

EN MÉXICO SE LE ECHA LIMÓN A TODO. EN GIRE LE ECHAMOS FEMINISMO A TODO. ES UNA FORMA DE VIVIR Y CONVIVIR, TAN COTIDIANO COMO EL LIMÓN.

Somos un blog con harto limón y feminismo. Nuestros temas favoritos son autocuidado, diversidad, menstruación, maternidad, infancias, amor romántico, política, derechos reproductivos y mucho más. ¡Ponle limón a tus días leyendo nuestras publicaciones!

Y vivieron felices para siempre


Por Verónica Esparza

 

“Se casaron y vivieron felices para siempre” suele ser el final utilizado en muchas de las historias románticas -literatura y cine-, pero es uno de los muchos mitos del amor romántico.

Existe un significativo consenso entre quienes estudian el amor romántico en conceptualizarlo como una construcción sociocultural propia de Occidente, que ofrece a las personas un modelo de conducta amorosa que cuando falla genera frustración y decepción.

Es importante que comencemos a desmontar esas creencias que asocian el amor romántico con sufrimiento, sacrificios personales y renuncias. Y es que todos y todas en algún momento de la vida hemos ignorado en las relaciones de pareja, en mayor o menor medida, alguna que otra humillación, falta de respeto por nuestras decisiones u opiniones, limitaciones a la libertad y aceptado presiones para hacer o dejar de hacer algo. 

En general, la ideología de lo romántico incluye creencias tales como: el amor lo supera todo, el verdadero amor dura para siempre, el amor a primera vista es posible o el amor duele. Creer que existe un amor verdadero para cada persona, que el verdadero amor conduce inevitablemente a la felicidad y que nada es más importante que el amor forma parte de la noción de romanticismo en Occidente. La idea del amor romántico se ha instalado en el imaginario colectivo como una meta utópica a alcanzar.

Existen muchos mitos sobre el amor romántico, algunos de los más populares o que quizás se han normalizado en mayor medida son:

 

1. La media naranja: expresa la idea de que estamos predestinados el uno al otro; es decir, que la otra persona es inevitablemente nuestro complemento. Este mito supone un nivel de exigencia tan alto que conduce a la decepción o a realizar sacrificios excesivos, puesto que se trata de “mi alma gemela predestinada”. El gran error del mito de la media naranja es considerarnos seres incompletos. Nacemos enteros y no debemos cargar con la responsabilidad de hacer feliz a alguien, y nadie debe sentirse responsable de hacernos felices.

 

2. Solamente en pareja se puede ser feliz: íntimamente relacionado con el mito de la media naranja. Creer que la pareja es algo natural y universal. Y es que desear compartir la vida con alguien no es malo, pero no quererlo tampoco lo es.

 

3. La omnipotencia: el amor lo puede todo y es suficiente para superar cualquier obstáculo que aparezca en la relación. Creer esto puede ser muy peligroso ya que el amor por sí solo soluciona pocas cosas, y el hecho de sobrevalorar el amor conlleva a minimizar los conflictos en la pareja. En nombre del amor hacemos sacrificios, anulamos nuestras necesidades y cedemos nuestra libertad. Por amor dejamos a un lado nuestros sueños. Pero, cuidado, eso es dependencia disfrazada de amor. El amor debe llevarnos a construir relaciones equitativas e igualitarias basadas en la libertad.

 

4. Los celos son una expresión del amor: este mito se encuentra estrechamente relacionado con la violencia, debido a que muchas veces es utilizado para justificar el comportamiento represivo, explosivo e incluso violento. Los celos son un mecanismo que persigue el control de la otra persona y, en parte, muestran el miedo, la inseguridad y la dependencia del que los ejerce. La relación entre celos y amor constituye un grave problema en vínculo con la violencia hacia las mujeres, puesto que muchos maltratadores los utilizan como estrategia de control sobre los comportamientos -cómo te vistes, a dónde sales, con quién te relacionas y un largo etcétera.

 

El amor romántico puede ser una trampa para muchas mujeres en el mundo.  De acuerdo con ONU Mujeres, en todo el mundo, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual principalmente por parte de un compañero sentimental. En México, de acuerdo con la ENDIREH 2016, se estima que por cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido pareja o esposo, 42 de las casadas y 59 de las separadas, divorciadas y viudas han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante su actual o última relación.

Las películas, especialmente las de Disney, por años han transmitido estereotipos sexistas en sus personajes, podríamos citar un montón de ejemplos de historias en las que hay una princesa que será salvada por un príncipe y en las que se muestran uno o varios de los mitos del amor romántico. En general, tienen mensajes nocivos de los que, desafortunadamente, todavía no somos capaces de desprendernos.

Por ejemplo, la película La Bella y la Bestia comienza con la transformación del príncipe en una bestia, de apariencia desagradable y temperamento agresivo, debido al encantamiento de una hechicera. Sin embargo, la Bestia va dulcificando su carácter y se vuelve más compasivo. El cambio se da a partir de la convivencia de Bella con la Bestia: gracias a la actitud bondadosa y sacrificada de la mujer, el hombre violento pudo cambiar.

Este mensaje es muy peligroso porque da una visión del amor basada en el mito de que “el amor lo puede todo” asociado a la violencia de género. Además, transmite la idea de que puedes amar a quien te maltrata y maltratar a quien amas. A pesar de la extrema violencia, Bella termina enamorándose de la Bestia y, como en muchos cuentos tradicionales, se casan. Esta historia transmite la idea de que la mujer puede soportar todo por amor porque, al final, obtendrá su “recompensa”.

No es mi intención anular el romanticismo de las relaciones, solo debemos estar alertas para distinguir entre manifestaciones de amor y conductas de abuso disfrazadas de muestras de cariño y afecto.

 

Artículo por Verónica Esparza, @esparza2602. Es abogada feminista en deconstrucción permanente. Necesita desayunar y un café para empezar el día. Forma parte del equipo GIRE.


11 noviembre 2020


¿Te gustó este artículo?

GIRE es una organización sin fines de lucro.
Súmate con un donativo deducible de impuestos