A nivel internacional, la muerte materna se mide a través de la Razón de Muerte Materna (RMM) que indica cuántas mujeres mueren por causas prevenibles relacionadas con un proceso obstétrico por cada cien mil nacidos vivos.
A nivel nacional, puede observarse un cambio en la RMM, pasando de 45.63 en 2012 a 35.04 en 2015 y a 37.98 en 2016. Esta disminución es sin duda positiva. Sin embargo, resultó insuficiente para alcanzar el compromiso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) entonces vigentes, de acuerdo con los cuales, la RMM tuvo que haber sido de 22 para el año 2015.
Por otro lado, de acuerdo con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, para 2030, se busca reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada cien mil nacidos vivos. En el caso de México, la tendencia de mortalidad materna iba a la baja, logrando incluso cumplir con dicho objetivo; sin embargo, durante la pandemia por COVID-19, la cifra aumentó de manera exacerbada, pasando de 37.9 en 2019 a 60.96 en 2020 y 66.54 en 2021.
En la siguiente gráfica se observan los datos nacionales en comparación con dos países referentes para la región: Brasil y Uruguay.
Nota: En general, los datos más recientes de nacimientos suelen tener un subregistro. Con el fin de obtener una estimación más certera, se realizó un ajuste a la cifra de nacimientos dada la diferencia entre año de ocurrencia y año de registro observada en las cifras del año anterior. Para profundizar en el tema, véase “La muerte materna en México y la importancia de los estimadores confiables”.
Elaboración de GIRE con datos de Mortalidad y Natalidad del INEGI (datos de 2002 a 2021), del Ministerio de Salud de Uruguay y del Sistema de Informações de Mortalidade (SIM) y el Sistema de Informação sobre Nascidos Vivos (SINASC) en Brasil (datos de 2002 a 2016); Sistema de Información de Salud de la Secretaría de Salud, Mujer y Salud de Uruguay y del Portal do Governo Brasileiro (de 2016 a 2020).
