Reconocimiento a las maternidades libres y deseadas
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Reconocimiento a las maternidades libres y deseadas


Por Camila Riva Palacio Rabadan

Hace no mucho estaba platicando con mi mamá, después de atravesar por una época dura marcada por duelos y pérdidas. Conversábamos sobre la maternidad y los retos que había implicado criarnos a mi hermana y a mí. Enlistamos más de los que me hubieran gustado, pero me tranquilizó saber que la conclusión fue que todo había valido la pena. Desde ese día, no dejo de pensar en lo afortunada que he sido por disfrutar de una maternidad deseada, consciente y responsable. 

 

La relación con mi mamá ha estado guiada por muchos sentimientos. De niña, por una admiración profunda (que sin duda se mantiene hasta ahora). De adolescente, por confusiones, reclamos y dudas, pero el cariño siempre estuvo presente. Ahora, de adulta, ha sido una complicidad inexplicable. Estoy convencida de que esa cercanía y comodidad que tenemos al estar juntas es resultado de dos frases que siempre me dijo: “lo más importante para mí es que seas feliz”, y “tú siempre vas a poder hacer lo que te propongas”. 

 

 

Estos motores de vida no vienen de una mamá que se identifique como feminista, pero sí fueron el camino para que yo pudiera reconocerme como tal. Quizás las ideas y enseñanzas con las que nos criaron a muchas hoy en día no son “revolucionarias”, pero creo que en su momento lo fueron. Hubo, a mi parecer, varios momentos decisivos que desde pequeña me permitieron forjar una identidad guiada por la autonomía y la libertad. Hubo cuestiones muy puntuales y que pueden parecer pequeñas, pero no lo fueron, como permitirme dejar ballet para entrenar natación; romper con estereotipos de género y cortarme el cabello (“como niño”, decían mis tías); elegir libremente cómo vestirme, entre muchas otras. 

 

También, en el camino nos encontramos con retos y situaciones que tuvieron que repetirse muchas veces para que rindieran frutos. Por ejemplo, ante un problema, invariablemente su respuesta es: “¿tú qué quieres hacer?”. Al inicio era desesperante escucharla y que no me diera una solución. Hoy la entiendo más, esa interrogante me ha permitido resolver conflictos poniendo mis necesidades al centro y así intentar (al menos) llegar a una solución con la que me sienta cómoda. Esto no es menor, pues en un contexto patriarcal, marcado por estereotipos, gaslighting e innumerables formas de ejercer violencia, que te enseñen a identificar tus necesidades y a no ignorarlas es fundamental para ser un poco menos vulnerable. 

 

 

Quizás, en muchas de mis decisiones, mi mamá hubiera elegido caminos distintos, menos o más asertivos. También estoy segura de que enfrentó varias, por no decir muchas, complicaciones y críticas en ese camino de criar con respeto a la individualidad y la autonomía de sus hijas, incluso críticas de nosotras mismas. Pero lo valioso es que a pesar de su desacuerdo, de sus expectativas y de sus miedos siempre me ha permitido decidir lo que quiero hacer, quién quiero ser y cómo expresarlo. 

 

Este texto no es sobre romantizar la maternidad, pues soy consciente de que escribo desde mi experiencia y, además, en nuestra relación ha habido altas y bajas, pero sí es un reconocimiento a una maternidad que se ha ejercido desde el deseo de ser madre y afrontando desde el cariño los retos que ha implicado. Esto nos ha permitido madurar nuestra relación, encontrándonos en el mundo como madre e hija, pero también reconociéndonos una a una, como personas individuales, complejas y no siempre afines. 

 

 

 

Para mí, estas crianzas siempre deben ser aplaudidas, pues también rompen estereotipos. Implica darnos cuenta de lo difícil que es ser madre, los retos, las críticas y  el cansancio de serlo. La libertad de elegir serlo o no, en mi caso, fue el puente que posibilitó que me criaran, también, desde la libertad y la autonomía de elegir quién ser y cómo vivir. Por ello (y por muchas otras razones), sigamos luchando por maternidades libres y elegidas. 

 

 

Camila Riva Palacio Rabadan (@RivaPalacio98) es feminista en deconstrucción, amante de los perritos y del café por las mañanas. En constante búsqueda de soluciones desde la empatía, la inclusión y el respeto a la diversidad.


9 mayo 2023


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