A través de solicitudes de acceso a la información realizadas desde GIRE, se obtuvo que de enero 2009 al 30 de junio de 2016, se han recibido 70,630 denuncias por violación sexual las procuradurías generales de justicia locales y la Procuraduría General de la República; tales cifras contrastan con el número de procedimientos de aborto por violación que las secretarías de salud locales, IMSS e ISSSTE reportan haber realizado durante el mismo periodo: tan sólo 61.
Con respecto a las niñas y adolescentes mexicanas, factores como la violencia sexual y el matrimonio forzado son factores asociados a la alta tasa de embarazos durante ese periodo vital. Las víctimas de violencia sexual son expuestas, además de a embarazos no deseados, a lesiones físicas y psicológicas e infecciones de transmisión sexual, como lo señala la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente (ENAPEA). El embarazo adolescente trunca el curso de su niñez y de su formación escolar, lo que agrava la situación de pobreza y marginación en la que pueden estar inmersas